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El término realidad aumentada surgió en el año 1992 pero en los años setenta ya se realizaron las primeras incursiones en los mundos virtuales. Esta tecnología comienza a aplicarse en varios campos, aunque es en el de los videojuegos y en la publicidad donde más desarrollo tiene.
La utilización de la realidad aumentada sigue una tendencia al alza. De hecho, según el informe “Global Augmented Reality Market 2014 – 2018” realizado por TechNavio, se calcula que este tipo de tecnología podría crecer un 132% anualmente hasta 2018. La investigación apunta que uno de los factores que contribuye a esta evolución es el creciente número de aplicaciones móviles y juegos habilitados para operar con esta tecnología.
Volviendo al campo de la medicina hay tantas aplicaciones que ofrecen la realidad aumentada para el tratamiento de enfermedades, que será mejor clasificarlas en:
Aplicaciones cuyo objetivo es el visionado ágil de datos clínicos a través de ultrasonidos, imágenes de tomografía… obteniendo una visión más precisa de esos datos, pudiendo mejorar diagnósticos y facilitar la toma de decisiones para posibles intervenciones quirúrgicas.
Un buen ejemplo es AccuVein AV400 que ayuda a los profesionales sanitarios a localizar las venas de los pacientes con mayor precisión. Muestra digitalmente un mapa de la vasculatura en la superficie de la piel en tiempo real, lo que permite a los médicos verificar la permeabilidad de las venas y evitar las válvulas o bifurcaciones.
La realidad aumentada no necesita que el paciente humano esté presente ya que se basa en la simulación, esto lo hace muy adecuado para el entrenamiento.
El simulador llamado LapSim imita una cirugía real con la técnica de laparoscopia usando un dispositivo háptico que permite reproducir las sensaciones de los movimientos realizados.
La realidad aumentada es capaz de mejorar la cirugía permitiendo la preparación de la misma con datos del paciente y probar previamente diversas técnicas para elegir la más conveniente. A su vez, es capaz de guiar y marcar información relevante durante el desarrollo de la operación, consiguiendo cirugías más eficaces y menos invasivas.
La plataforma de navegación quirúrgica avanzada (SNAP) permite a los médicos mostrar sus “planes” para una cirugía. El SNAP está conectado a los sistemas de navegación de sala de operaciones estándar y proporciona capacidades de imagen avanzada, incluyendo múltiples puntos de vista 3D, que permiten a los cirujanos ver su caso tanto desde la perspectiva de un microscopio como con otra vista desde detrás del tumor.
La realidad aumentada tiene una clara aplicación en pruebas para el diagnóstico de enfermedades, el tratamiento de fobias y el apoyo e incentivo en la rehabilitación, generando situaciones virtuales y seguras.
Un ejemplo sería un sistema de rehabilitación que permite gestionar ejercicios de rehabilitación para los pacientes por parte del personal sanitario mientras ellos realizan los ejercicios a modo de juego en su casa con el uso de una webcam. El sistema registra la evolución del tratamiento y la realización de los ejercicios.
La realidad aumentada proporciona un nuevo canal que permite mejorar el aprendizaje proporcionando otros puntos de vista sobre el conocimiento. Un buen ejemplo son los libros que, por medio de aplicaciones móviles, permiten ver partes de la anatomía en 3D.
Un ejemplo sería VR Dentist que es una aplicación dental que utiliza la realidad virtual y aumentada con fines educativos para dentistas en formación. La aplicación permite visualizar modelos y prótesis dentales en 360 grados
Aunque aún haya un gran camino por recorrer e investigar sobre la Realidad Virtual aplicada a la salud, está claro que la realidad virtual es una tecnología con enormes aplicaciones en el ámbito sanitario, tanto desde el punto de vista del paciente como para la formación del personal médico.