Para contactar con un delegado de Chiesi, rellena este formulario:
Advertencia: Entrevista realizada 5 de mayo 2020, algunos datos podrían estar obsoletos
¿Deben tomar precauciones específicas las personas con asma debido al coronavirus? ¿Cuáles y por qué?
Existe una conocida (e intensa) relación entre las infecciones respiratorias causadas por los virus, en general, y el asma. Además de ser una frecuente causa de exacerbaciones asmáticas, determinadas infecciones víricas sufridas durante la infancia se han relacionado con el desarrollo posterior de asma.1 En el caso concreto de los coronavirus, esta familia de microorganismos es responsable de más de un 20% de los ataques de asma producidos por infecciones víricas del tracto respiratorio en adultos, sólo por detrás de los rinovirus (31%).2 En consecuencia, es lógico pensar que la COVID-19 sea, potencialmente, una probable causa de descompensación de la enfermedad asmática, por lo que estos pacientes deberían seguir escrupulosamente las recomendaciones que las autoridades sanitarias y sociedades científicas han promulgado para evitar el contagio por el virus.
Por otra parte, existe la posibilidad de que los pacientes con asma y otras enfermedades respiratorias crónicas pudieran ser más susceptibles a padecer COVID-19. A este respecto, la información disponible hasta el momento no es suficientemente sólida. En algunas series iniciales de casos observados en China, Italia y EE.UU, de hecho, el porcentaje de pacientes asmáticos que padecían COVID-19 era sorprendentemente bajo, hasta el punto de que algunos autores han propuesto que el asma y otras enfermedades pulmonares (o sus tratamientos) podrían reducir el riesgo de infección por el virus,3 quizá por una menor expresión pulmonar del receptor del SARS-CoV-2.4 No obstante, un estudio más reciente realizado en el área de Nueva York a partir de 5.700 pacientes hospitalizados muestra que el asma estaba presente en un 9% de los casos, una cifra ligeramente superior a la estimada en la población general en EE.UU (7,9% en 2018).5
Otro aspecto a considerar es si los pacientes con asma pueden sufrir formas más graves de la COVID-19 tras infectarse por el virus. Y también en este caso algunos resultados actuales (que, como todos en esta pandemia deber ser considerados preliminares y sujetos a posible revisión) muestran que la presencia de enfermedades respiratorias crónicas (entre las que se incluyó el asma) era más del doble en los pacientes hospitalizados (15%) respecto a los que no requirieron ingreso hospitalario (7%), y el triple (21%) en los pacientes ingresados en una unidad de cuidados intensivos (UCI).6 Finalmente, la presencia de enfermedades respiratorias crónicas también se ha asociado a un mayor riesgo de mortalidad por COVID-19.7 Sin embargo, a pesar de todos estos datos, es importante recordar que la gran mayoría de personas que se infectan por el SARS-CoV-2, incluso aquellas con una enfermedad respiratoria subyacente, padecen una enfermedad leve y se recuperan por completo.
Debido a todos los factores mencionados previamente, distintas sociedades científicas neumológicas han elaborado y publicado recomendaciones específicas respecto a la COVID-19 para los pacientes con asma y otras enfermedades respiratorias, tanto a nivel nacional (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica [SEPAR]: https://www.separ.es/node/1743) como internacional (Global Initiative for Asthma [GINA]: https://ginasthma.org/wp-content/uploads/2020/03/FAQ_Spanish1.pdf, o el National Institute for Health and Care Excellence [NICE]: www.nice.org.uk/guidance/ng166). Globalmente, todas ellas insisten en la necesidad de seguir las recomendaciones generales para evitar la transmisión del virus y, específicamente, MANTENER EL TRATAMIENTO HABITUAL DEL ASMA PRESCRITO PARA CADA PACIENTE tanto inhalado como oral o, en determinados casos, inyectable: la premisa general es que cuanto mejor controlada esté el asma, menor será el riesgo de sufrir una exacerbación de la enfermedad a consecuencia de la COVID-19.
¿Algún consejo especial?
Algunos síntomas habituales en el asma como la tos o la disnea también son frecuentes en la infección por SARS-CoV-2. Por ello, para reducir el riesgo de confusiones en el diagnóstico, es importante recordar a los pacientes que deben especificar que padecen asma si contactan con los servicios sanitarios ante la sospecha de sufrir COVID-19.
Como en el resto de patologías crónicas, las visitas médicas presenciales se están sustituyendo por controles telefónicos, para evitar desplazamientos y riesgos de contagio. Por esa misma razón también se está evitando la realización de pruebas funcionales respiratorias. Los centros con servicios de telemedicina para el asma presentan, en este sentido, ventajas para optimizar el seguimiento domiciliario de los pacientes.
Con respecto al tratamiento farmacológico del asma, la gran mayoría de Sociedades Científicas recomiendan encarecidamente evitar la utilización de medicamentos nebulizados en los pacientes con asma y COVID-19, muy especialmente en el ámbito sanitario, por el eventual riesgo de diseminación del virus en el ambiente. Se recomienda, en lo posible, que se sustituyan por dispositivos de inhalación habituales (tanto MDI como dispositivos de polvo seco). En los pacientes con asma que reciben tratamiento farmacológico para la infección por el SARS-CoV-2, la última edición de la Guía Española del Asma (GEMA 5.0), recién publicada, incluye una tabla de gran utilidad clínica que recoge las interacciones farmacológicas entre los tratamientos para la COVID-19 y el tratamiento habitual del asma (https://drive.google.com/open?id=1eHhL1vfmWmr5RvSqAKWUyyRzdrfG9JC0).
Al igual que la población general, pero con mayor motivo en el caso de los pacientes con enfermedades respiratorias, es muy importante contar con información veraz y contrastada respecto a la COVID-19, descartando los numerosos bulos que circulan por las redes sociales o determinados medios, y evitar su difusión. Algunas instituciones, como la Organización mundial de la Salud (OMS), mantienen específicamente una página web en la que se desmienten muchos de los bulos más extendidos sobre la pandemia (https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/advice-for-public/myth-busters). También pueden ser útiles las secciones de preguntas frecuentes de distintas sociedades científicas neumológicas, como la anteriormente citada de SEPAR o la de la European Respiratory Society (ERS): https://www.europeanlung.org/es/qa-covid-19/.
Debe insistirse, nuevamente, en la necesidad de que los pacientes asmáticos NO FUMEN (tanto en las formas convencionales como mediante cigarrillo electrónico o pipa de agua).No sólo por los sobradamente conocidos efectos perniciosos del tabaco, sino porque se considera probable que los fumadores puedan tener un mayor riesgo de contraer la COVID-19 y de presentar una peor evolución si la padecen.8
¿Que la pandemia coincida con la primavera es especialmente perjudicial para este colectivo de enfermos?
Determinados cambios atmosféricos de humedad y temperatura propios de la primavera podrían influir en la evolución de la pandemia, de tal forma que a mayor humedad y temperatura parece reducirse el número de contagios.9 Los pacientes con asma alérgica sensibilizados a pólenes, por otra parte, pueden experimentar un incremento de sus síntomas durante esta época. Por consiguiente, esos cambios no implican necesariamente que se haya producido un contagio, y pueden requerir simplemente los mismos ajustes en su tratamiento habitual que en primaveras pasadas. En caso de duda de si los síntomas pueden ser manifestaciones alérgicas o de infección por el SARS-CoV-2, puede ser útil para los pacientes consultar la tabla de diagnóstico diferencial elaborada por la Asthma and Allergy Foundation of America (AAFA), accesible (en inglés) en su propia web: https://www.aafa.org/media/2631/respiratory-illness-symptoms-chart-coronavirus-flu-cold-allergies.png.
¿Es ahora más necesario que nunca seguir correctamente el tratamiento y realizar correctamente la terapia inhalada?
Ante la situación actual de pandemia, y debido a los motivos especificados en los apartados anteriores, ES ESPECIALMENTE IMPORTANTE INSISTIR EN LA ADHESIÓN AL TRATAMIENTO DEL ASMA, a las dosis prescritas y con una técnica de inhalación correcta.